El profeta Oseas compara a Efraím con una paloma: “Efraín es como una paloma tonta, sin cordura [keyonáh fotáh eyn-leb]; llaman a Egipto, pero acuden a Asiria. Dondequiera que acudan, yo echaré mi red sobre ellos, como a las aves del cielo los atraparé, y los castigaré por su maldad” (Oseas 7,11-12).
“Temblarán como un pajarillo [ketsifor] al venir de Egipto, como una paloma [keyonáh] desde el país de Asiria; y yo los haré habitar en sus casas -oráculo de El Señor” (Oseas 11,11).
Los gentiles como palomas según Isaías
Pero no sólo Israel es comparado con las palomas. Isaías compara a los pueblos gentiles que vendrán a adorar a Dios en el templo de Jerusalén con bandadas de palomas acudiendo hacia sus palomares – lo que supone que eran cosa común en ese medio y época – y a flotas de naves que vienen desde Tarsis trayendo a los peregrinos de todas las naciones:
“¿Quiénes son estos que como nube de palomas vuelan a sus palomares? [wekhayoním ‘el ‘aruvotehém] Los barcos [‘iyyím] se juntan para mí, y los navíos de Tarsis [wa’oniyót tarshish] en cabeza, para traer a tus hijos de lejos, junto con su plata y su oro, por el nombre de El Señor tu Dios y por el Santo de Israel, que te hermosea. Hijos de extranjeros construirán tus muros, y sus reyes se pondrán a tu servicio”,(Isa 60, 8-9).
La pregunta “¿Quiénes son éstos?” evoca la del Cantar acerca de la amada y parece aplicar a las Naciones convertidas en adoradoras de Dios lo que en la alegoría del Cantar se aplica al pueblo elegido: ¿Quién es ésta que se asoma como el alba, hermosa como la luna y límpida como el sol, terrible como escuadrón a banderas desplegadas? Cantar 6,10; “Quién es esa que sube del desierto, apoyada en su amado? Cantar 8,5
Palomas y naves de Tarsis
No pueden dejar de llamarnos la atención las coincidencias de vocabulario entre este pasaje de Isaías y el comienzo del libro de Jonás. En ambos pasajes encontramos palomas y naves de Tarsis. Sólo que el movimiento es inverso y opuesto. En Isaías las naciones acuden como nubes al palomar del templo y también las naves de Tarsis traen a los peregrinos. En el libro de Jonás Jonás, la paloma huye en una nave de Tarsis. La evocación del pasaje de Isaías parece intencionada por el autor de Jonás. A mi parecer pertenece a las claves ocultas de lectura que el ingenioso autor gusta manejar en su cacería del tesoro.
Hay también homofonía en la lengua hebrea entre las palabras Yonáh (Jonás, paloma) y oniyyáh (nave). Como la habrá entre dag (pez) y gadol (grande) que danlugar, juntos, al juego de palabras dag gadol.
Digamos de paso que las naves de Tarsis eran las naves de ultramar de la época, que eran capaces de hacer la travesía del Mediterráneo hasta España y su Finisterre o fin del mundo.